Retrato póstumo del pintor Álex Alemany
Óleo sobre tabla, 75X51
Adiós “amigo” adiós
Un 16 de
septiembre de 2021, Valencia lloró su partida, sin retorno, así lo quiso el
destino, a veces maldito, a veces cruel.
La primera
exposición que le visité, fue en la galería Artis, me quedé atrapado por el
encanto de su pintura.
En algunos de
sus cuadros, se respiraba salitre, no hacía falta ir al mar.
Tuve la mala
suerte que él, no estuviera en la sala en ese momento, por lo menos le hubiera
estrechado la mano y decirle: su pintura me ha encantado, “enhorabuena”.
Pero el destino,
ese estado sobrenatural en el que todos estamos inmersos, quiso esta vez agradarme
en poder conocerlo y fue en la emblemática “La Lonja” de Valencia.
Cuando lo ví,
reconozco que me quedé algo paralizado, me pareció un ser superior, me acerqué al
dejar de firmar dedicatorias en las láminas de sus obras.
Buenas
tardes, Sr. Álex Alemany, he de decirle que me ha encantado su exposición
retrospectiva, verdaderamente he disfrutado mucho; sin ánimo de molestarle,
¿sería tan amable de darme su opinión a unas tablillas que he pintado
recientemente?
Generosamente
accedió de inmediato, lo cual me sorprendió, dado el momento.
A partir de
ahí surgió entre los dos una fuerte amistad que fue fraguándose lentamente,
pero segura, con sumo respeto y honestidad.
Álex Alemany,
me tendió su mano segura en confianza, despertó en mí, apasionados momentos
pictóricos, para entender que el arte es la expresión del alma.
Su marcha
inesperada, ha dejado sin duda, huérfana a su tan querida paleta…paleta, paleta
mía.
Se despidió
en silencio, despacio, su llama interna fue apagándose poco a poco, hasta que
la oscuridad lo atrapó en sus redes, ya sin soltarlo, había conseguido un
genio.
No sé si
alguna vez nos volveremos a ver al otro lado de la puerta, pero si eso
ocurriera, lo primero que haré es darte un fuerte abrazo.
Adiós
“amigo”, adiós.