lunes, 17 de enero de 2011

LA CÁMARA OSCURA

Desde el día que tuve conocimiento de que en épocas pasadas, los pintores utilizaban ciertos artilugios para representar lo observado mediante el dibujo o pintura, he de reconocer que, uno de esos aparatos me causó cierta curiosidad, estoy hablando de “la cámara oscura”.

Hoy en día, muchos pintores se apoyan en determinados medios tecnológicos o mecánicos para realizar sus trabajos: proyectores, fotografía, etc.

Pero la cámara oscura es entre todas las máquinas de dibujar, anteriores a la fotografía, la única capaz de hacerlo con la luz sobre un papel, no sólo los diferentes valores de claroscuro de un cuerpo iluminado, sino también con distintos matices de color. Es la antecedente sin duda de la fotografía…

Es prefotográfica frente a otros instrumentos. Ni el velo de Alberti ni el método de vidrio de Leonardo Da Vinci ni el porticón de Alberto Durero, proyectan sobre el papel las luces y las sombras de una figura iluminada.

Funcionamiento de la cámara oscura según Benito Bails (1730-1797)

La cámara oscura, cuyo destino es facilitar el dibujo de cualesquiera objetos […]

Para dirigir más fácilmente el eje de la lente hacia un objeto, se suele colocar dentro del agujero cilíndrico, hecho medio de una bola de madera que se mueve con facilidad alrededor de su centro en una faja o zona de palo asegurada en la puerta de la ventana. Compónese esta faja de otras dos unidas una con otra por medio de un tornillo después de colocada la bola y la concavidad de la zona impide que pase la luz entre ella y la bola. Las imágenes de los objetos son tanto mayores cuanto mayor es la distancia del focus de la lente. Si la distancia de la lente desde 8 ó 10 pies, es del caso hacer que se pinten las imágenes en una mampara grande cubierta con un lienzo o papel blanco, y hacer que se a móvil sobre dos ruedas para colocarla a la distancia de la lente que fuere menester.

Para sacar copias de las imágenes pintadas o estampadas, o la perspectiva de los sólidos, trazando las líneas exteriores de sus imágenes formadas por la lente, se ha de colocar el original fuera del cuarto de distancia conveniente y, recibir su imagen sobre una hoja de papel o sobre un grande vidrio plano que tenga un lado tosco. Estando asegurado verticalmente este vidrio, vuelta su cara hacia el espectador, será fácil trazar con un lápiz en dicho vidrio los principales lineamentos de la imagen en el papel. Después se extenderá una hoja de papel fino sobre vidrio, se verán a través las líneas trazadas con el lápiz, oponiéndolas a la luz del día, y será fácil delinear la imagen del papel. Para que salga distinta la imagen pintada en el vidrio, después de asegurado, se ha de colocar la lente en un tubo que corra dentro de otro afianzando en la puerta de la ventana.

Pero se puede excusar el trabajo de trazar dos veces la figura, practicando lo siguiente. Después de tendido sobre una tabla muy lisa el papel en el cual se han de dibujar los objetos, se colocará esta tabla muy lisa el papel en el cual se han de dibujar los objetos, se colocará esta tabla encima de una mesita muy sólida debajo de una lente que está en la puerta ventana; por medio de un espejo inclinado se reflectirá la imagen al papel, y se le afianzará sobre la tabla conforme voy aclarar: ab y cd son dos tablas aseguradas verticalmente en la mesa al uno y otro lado del papel en el cual se han de dibujar los objetos; ef es otra tabla cuya longitud es igual al intervalo que hay entre las dos tablas verticales, y lleva en cada extremo una clavija redonda. Después afianzada esta tabla detrás del espejo con dos tornillos que cogen el bastidor, se meten las clavijas en dos rajas hechas en la parte superior de las tablas verticales, y por medio de dos tuercas que entran a manera de rosca dentro de las clavijas, se puede asegurar el espejo en el grado de inclinación necesario para que la pintura dé directamente en el papel que esté debajo, y se conseguirá que sea distinta empujando el tubo que lleva la lente hacia adentro o hacia afuera.

Historia

En el siglo X ya se tenía conocimiento de la cámara oscura, al haber sido perfectamente descrito por la ciencia árabe.

Abu Ali ibn al-Hasan o ibn al Haytam, conocido como Alhacen (965-1038) centra sus estudios sobre el fenómeno de la cámara oscura.

Su influencia llegó hasta los artistas del Renacimiento, todo ello se puede reconocer en la obra teórica de Ghiberti o Leonardo.

Alhacen en una de sus demostraciones, colocó varias velas frente a una pared con un agujero, observó desde el interior oscuro tantas figuras proyectadas como velas habían y alineadas con el mismo orificio. En su experimento, al retirar una vela desaparecía la figura de la vela correspondiente y si la volvía a poner, reaparecía la figura en su lugar.

Este científico árabe fue el fundador de la óptica fisiológica que cambiaría el rumbo y contemplaría los estudios de óptica geométrica desarrollada por la ciencia griega.

A partir del Renacimiento se empieza a plantear la posibilidad de vincular la experiencia de la cámara oscura con la teoría de las imágenes representadas por el arte.

León Battista Alberti, realiza una interpretación forzada de su referencia a una “caja demostrativa” para tratar el problema de la correcta representación en la pintura de las cosas observadas a una determinada distancia.

En este sentido, su esquema de una cámara oscura ha de considerarse el primero en donde la imagen se puede observar desde detrás de una pantalla transparente.

En el caso de Leonardo, en ningún momento concibe la cámara oscura como instrumento destinado a la representación artística en el trabajo de los pintores, para él la cámara oscura era demostración de un principio básico de la óptica y un modelo adecuado para comprender el funcionamiento del ojo humano.

En sus experimentos, Leonardo coloca una bola de vidrio usándola con la función de una lente en el interior del agujero de una cámara oscura para comprobar el mecanismo del funcionamiento del ojo.

Por lo tanto, Leonardo fue el primero en añadir una lente al orificio por donde entraba la luz, aunque según dijo una vez prefería el velo albertiano a su propio método del cristal.

La primera noticia publicada por la imprenta haciendo referencia al funcionamiento de la cámara oscura, está escrita por Cesare Cesarino (1483-1543).

Cesarino era arquitecto, pintor e ingeniero militar milanés, discípulo de Bramante y parece ser que, aprendió dibujo y principios de hidráulica con Leonardo.

En el tratado de arquitectura de Vitruvio, recoge precisamente la referencia a la cámara oscura.

La primera referencia impresa hablando de lentes la hace el matemático Girolamo Cardano (1501-1576).

Y será el científico napolitano Giovanni Della Porta quien ocho años más tarde divulgo la noticia a todo el mundo, por lo que éste está considerado por muchos como el inventor de este dispositivo

La primera referencia escrita recomendando el uso de la cámara oscura para dibujar aparece impresa en la obra Magial naturalis (1558) de Della Porta, recomendando su aplicación para aquellos que no saben dibujar.

Conviene recordar, que la obra de Della Porta estaba escrita con estilo sencillo y popular, abarcando temas como juegos de magia, recetas de limpieza, cocina y aseo personal, alos que añadió algunos capítulos de óptica donde menciona la cámara oscura.

En el año 1681 se presentó ante la Royal Society por el astrónomo y matemático inglés Robert Hocke (1635-1703), cámaras oscuras intentando reproducir la forma curva de la retina con pantallas cóncavas de proyección en el fondo de la cámara.

La cámara oscura se establece como instrumento auxiliar de primerísimo orden en el avance de la nueva ciencia.

Y Johannes Kepler se fabricaban en versión más perfeccionada con una torreta giratoria y un espejo ajustable para poder enfocar a diferentes distancias.

La pintura fotográfica

Se dice que Velázquez o Vermeer utilizaron o se valieron de la cámara oscura para sus creaciones, de todas formas para encontrar datos históricos demostrando el conocimiento de la cámara oscura han llegado a conclusiones débiles y forzadas. No se puede afirmar con rotundidad que tanto Velázquez y Vermeer, se hubiesen ayudado de la cámara.

No obstante, estos fenómenos de la cámara también pueden ser percibidos por el ojo del pintor si se entorna la vista con los parpados casi cerrados, una manera habitual de trabajo y perfectamente conocida por cualquier pintor que trabaje a partir de modelos reales.

Como testimonio de la capacidad para captar visualmente fenómenos propios de la fotografía, se puede comprobar cómo Velázquez en el cuadro de Las hilanderas, al pintar la rueda de la rueca en movimiento no pinta sus radios, sino unos trazos similares a los aparecen en la fotografías de objetos en movimiento. Velázquez pintaba algo fotográfico que el ojo también es capaza de pintar.

En cualquier caso, todas estas especulaciones pueden suponer la posibilidad de dos hipótesis: haberse utilizado la cámara oscura en el proceso técnico de realización de una pintura o bien como modelo necesario y condicionante directo de su pintura.


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