sábado, 3 de noviembre de 2012


MANOS DEMASIADO GRANDES


Unas de las características más peculiares que me han sorprendido de la obra de Rembrandt han sido las manos en sus cuadros, exageradas a veces y en algunas hasta incluso grotescas.
Parece como si quisiera resaltarlas en demasía en comparación a su cuerpo en un afán deliberado para reflejar actividad física o contacto, y claro ejemplo es el cuadro de Betsabé actualmente en el Museo de Louvre de París.
El óleo representa a Betsabé, mujer de Urías que, al morir su marido en la batalla, se puso de luto y al poco tiempo se casó con el rey David, del que llevaba un hijo suyo en su seno, fruto de su infidelidad.
La figura de una mujer con mirada absorta a tamaño natural, se encuentra desnuda y sentada junto a la bañera con una carta abierta de amor de su amante mientras la otra se encuentra apoyada en su lecho.

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